El Mar Mediterráneo se ha convertido en
protagonista en los últimos años. Centenares de miles de personas deciden
navegar – en condiciones que lejos quedan de los cruceros de lujo – en él con
el único objetivo de llegar a pisar tierra europea. Son los refugiados,
personas que buscan un refugio, un mejor sitio en donde vivir. Piden asilo, y
no siempre lo encuentran.
Estas personas, ante una situación
desesperada, y al ver que no existen o que no tienen acceso a canales legales y
formales para entrar en Europa, se ven obligado a utilizar otras vías. Las
pateras y embarcaciones en malas condiciones se convierten en el único
transporte que tienen para cruzar un océano, con lo que nos conlleva.
Son 4 las rutas migratorias que siguen los
refugiados para llegar a la frontera mediterránea, área de encuentro entre dos
mundos, zona de intersección del mundo entre norte y sur, lugar donde máscercaestán dos realidades opuestas. La ruta de África occidental, la del Mediterráneo
occidental, la ruta del Este Mediterráneo y la ruta Central del Mediterráneo.
Esta última, es la más transitada y la que más ha crecido.
Pero… ¿por qué hay refugiados? Y… ¿de dónde
vienen? El fenómeno de los refugiados no es nuevo. Siempre ha habido personas
que han tenido que marcharse de su país y que han intentado entrar en otro por
el Mediterráneo, pero en los últimos años – podríamos poner 2010 como punto de
inicio, aunque ya se sabe que no hay una fecha exacta – estas personas se han multiplicado.
Por cien, por mil. La guerra que se vive en Siria y la situación inestable que
hay en Libia después de la guerra civil que vivió el país son dos de las
grandes explicaciones a este hecho. Además, no debemos olvidar que hay flujos
ya existentes de personas que vienen de países poco estables con situaciones
complejas y gobiernos represivos, como es el caso de Iraq o Afganistán.
Estas personas quieren lo mejor para ellos,
para sus familias. Y lo más normal es que decidan ir a países que tengan una política
de acogida para refugiados, donde se van a encontrar más protegidos. Es por
eso, que la mayoría de estas decidan ir a países del norte y centro de Europa.
Pero, incluso con estas políticas de acogida,
hay algo que no funciona. La Unión Europea está
en un debate político constante sobre cómo gestionar la entrada de
tantos refugiados. Pero vamos tarde, porque ellos ya están aquí. Y muchos de
estos refugiados acaban en centros de internamiento de extranjeros sin una vida
digna, como deseaban.